21 febrero 2011

DEFINICIÓN

Los guantes sanitarios son productos sanitarios de un solo uso utilizados como barrera bidireccional entre el personal sanitario y el entorno con el que éste toma contacto a través de sus manos:

Reducen la posibilidad de que los microorganismos presentes en las manos del personal se transmitan a los pacientes durante la realización de pruebas o cuidados del pacientes y de unos pacientes a otros.

Proporcionan protección al cuidador o profesional sanitario evitando el contacto de sus manos los agentes infecciosos.

A pesar de que no evitan los pinchazos tienen un efecto protector atenuando el pinchazo. Si este se produce a través de un guante de látex se reduce el volumen de sangre transferido en un 50%. y por lo tanto el riesgo de infectarse.

INDICACIONES

La utilización de guantes está recomendada en las siguientes circunstancias:

  • Exposición directa: Contacto con sangre, fluidos corporales, secreciones y tejidos, con piel no intacta o mucosas de un paciente. En situaciones de emergencia, epidemia.
  • Exposición indirecta: Al manipular objetos, materiales o superficies contaminados con sangre o con otros fluidos (vaciado de cuñas, manipulación de deshechos y fluidos corporales, limpieza de instrumental y equipos…)
  • Cuando se realicen prácticas invasivas que implican la penetración quirúrgica a tejidos, cavidades u órganos (inserción y retirada de catéteres intravenosos, aspiración de secreciones, exámenes pélvicos y vaginales, extracción de sangre, …). o durante la reparación de heridas por trauma.

Los guantes estériles se utilizarán siempre al realizar técnicas o procedimientos invasivos (cateterización vascular central, cateterismo vesical, cura de heridas, etc.), y cuando se manipule material estéril, etc.

Los guantes han de ser limpios y no necesariamente estériles siempre que se manipule sangre, fluidos corporales, secreciones o material contaminado con estos fluidos.

Es obligatorio el uso de guantes siempre que el profesional sanitario presente heridas, cortes o lesiones cutáneas.

No es necesario el uso de guantes si el contacto es con piel intacta del paciente.

RECOMENDACIONES DE USO

Cambio de guantes

Los guantes deben cambiarse:

  • Cuando se cambie de paciente.
  • Cuando se cambie de actividad en un mismo paciente.
  • Después de entrar en contacto con agentes químicos cuyo efecto sobre el material de guante sea desconocido.
  • En caso de contacto con cremas de base hidrocarbonada u oleica (incompatibles con los guantes de látex).
  • Cuando haya contacto con material contaminado porque ocurra una salpicadura, rotura o perforación.

En este último caso si existe un contacto directo con el material infectado o se ha producido una herida, deberá procederse según la manera que dicte el protocolo en función del riesgo de contagio existente.

El cambio periódico de los guantes está siempre recomendado en función del uso que se haga de los mismos y de su desgaste.

El uso prolongado hace que el efecto barrera del guante sea menor. La hiperhidratación producida combinada con la grasa del cuerpo provoca desgaste del guante. Así, dependiendo del tipo de guante se recomiendan los siguientes cambios:

  • Guantes de examen de látex cada 15 a 30 minutos.
  • Guantes de examen de vinilo cada 15 minutos.
  • Guantes de cirugía de látex y neopreno cada 1 a 3 horas.
  • Guantes de nitrilo cada 15 a 30 minutos.

Recomendaciones generales

El uso de guantes no sustituye al lavado de manos, por lo tanto es necesario lavarse las manos antes y después del uso de guantes.

  • El guante debe estar adaptado a la naturaleza del trabajo: Los guantes extragruesos se recomiendan para prácticas quirúrgicas de elevado riesgo de corte y fricción y en la descontaminación de equipos e instrumental. Los extrafinos están indicados en actividades que precisen gran sensibilidad, confort y destreza.
  • Debe adaptarse a la mano del trabajador. Se ha de elegir la talla y el material adecuados, teniendo en cuenta las características fisiológicas individuales y los antecedentes alérgicos del sujeto.
  • El guante deberá ser lo suficientemente largo para cubrir el espacio entre el guante y la manga del trabajador. Los guantes con puños largos deberán tener los bordes dispuestos sobre la manga de manera que las sustancias que se manipulan no puedan gotear dentro del guante.
  • El guante deberá ser desechado en caso de detectarse picaduras u otras imperfecciones del mismo.
  • Se deberá quitar el guante cuando este se rompa o desgarre, a continuación lavarse las manos y ponerse un par nuevo.
  • Medidas higiénicas:
    • Antes de ponerse el guante, lavar las manos y quitarse las joyas que lo puedan romper. Llevar las uñas cortas y no usar uñas artificiales cuando se trabaja en unidades de alto riesgo.
    • No se aplicarán cremas antes de colocarse los guantes, ya que pueden alterar las propiedades del mismo. Estas se reservarán para períodos de descanso o al finalizar la actividad.
    • Después del uso de guantes deben volver a lavarse las manos con un detergente suave y secarse con toalla o papel desechable, nunca con aire caliente, para evitar el efecto de maceración.
  • Debe evitarse el uso de guantes durante tiempo prolongado ya que esto causa sudoración y maceración de la piel, pudiendo provocar lesiones, incluso en la piel sana. La Academia Española de Dermatología recomienda el uso de guantes sintéticos o de látex natural sin polvo y bajo en alergenos.
  • Los guantes de protección contra productos químicos deberán cambiarse periódicamente según las indicaciones del fabricante para evitar ser impregnados por los productos químicos, ya que el uso de este tipo de guantes contaminados entraña mayor peligro que no usarlos, debido a la acumulación del contaminante.
  • Cuando se realizan técnicas invasivas que entrañan alto riesgo de infección por punción o corte se recomienda utilizar doble guante, este reduce el riesgo de perforación a un tercio con respecto al guante simple. Se recomienda que el guante que va en contacto con la piel sea una talla mayor que la del segundo guante ya que esto permite conservar un mayor sentido del tacto.
  • Para conservar la integridad del guante se recomienda no almacenarlos a altas temperaturas ni en presencia de radiaciones, evitar el uso de cremas de base hidrocarbonada u oleica (incompatibles con el látex) y no reutilizarlos cuando estén indicados para un solo uso.

TIPOS DE GUANTES

Por su composición:

Materiales poliméricos (goma y plástico) de tipo:

  • Natural (Látex de caucho natural). Son los de primera elección por sus propiedades garantizan efectividad, confort, sensibilidad al tacto, buen ajuste y coste adecuado.
  • Sintético (PVC, nitrilo, vinilo, neopreno, elastireno, tactilón, poliisopropeno…). Como alternativa en alergia al látex, y cuando se requiere una mayor resistencia y protección frente a microorganismos y a agentes químicos.
  • Guantes tricapa: Formados por una capa externa de látex, una capa intermedia constituida por una mezcla de látex y material sintético (nitrilo) y una capa interna de material sintético (nitrilo) que está en contacto con la mano.

Empolvado:

  • Con polvo (de almidón de maíz): Tiene como ventaja el efecto lubricante que hace que el guante sea más fácil de poner. Los inconvenientes son que es irritante por tanto promueve las alergias, es proinflamatorio pudiendo dar lugar a complicaciones postoperatorias. También actúa como transportador para sustancias químicas y microorganismos. Por ello en el manejo de citostático se utilizan de látex o sintéticos sin polvo, ya que así se evita que las partículas de citostáticos se adhieran al polvo y permanezcan en el ambiente.
  • Sin polvo. Se someten a un proceso de cloración o lavado intensivo que hace que además tengan niveles de proteínas 4 a 20 veces menores que los con polvo. Los guantes de látex sin polvo de la última generación reciben un revestimiento sintético (hidrogel, silicona u otro polímero) que confiere las mismas cualidades que las de los guantes con polvo (estiramiento, facilidad para llevarlos, flexibilidad).

Según su esterilidad:

  • Guantes de cirugía (estériles).
  • Guantes de examen (estériles y no estériles).

Según su indicación:

  • Guantes quirúrgicos: Estériles permiten mantener la asepsia cuando se rompen las barreras naturales de la piel o mucosas. Indicados en intervenciones quirúrgicas y cateterizaciones. La calidad de un guante quirúrgico no se mide sólo por las características físicas del producto, la sensibilidad, la elasticidad o la resistencia del material. Un factor muy importante a tener en cuenta es el potencial alergénico del guante.
  • Guantes de examen o exploración: Estériles y no estériles.
  • Guantes de protección específicos frente a agentes químicos y citotóxicos: Proporcionan protección e impermeabilidad (nitrilo y neopreno entre otros).

Según su forma:

  • Guantes anatómicos: Se adaptan perfectamente a la anatomía de cada mano (derecha e izquierda).
  • Guantes ambidiestros: Un mismo guante se utiliza para ambas manos. Los no estériles de látex, vinilo o nitrilo se utilizan para evitar el contacto físico con secreciones, piel o mucosas, así como con materiales sucios o contaminados en procedimientos de riesgo. Se utilizan en maniobras que no requieren una gran destreza o adaptabilidad.

Colocación de la bata quirúrgica

Una vez lavados las manos y brazos con un detergente antiséptico, se colocan bata y guantes estériles. Se usan para participar en la operación u observarla en tanto se conserva el estado de asepsia en la forma mas practica posible.

  • La bata estéril se toma de un paquete abierto o puede darla alguien que se haya lavado.
  • La bata esta doblada de adentro hacia fuera (para así no tocar la porción exterior o frente), por lo que es necesario sostenerla por el cuello y permitir que se desdoble. Al desdoblarse aparecerán los orificios de las mangas. Las manos se sostienen hacia arriba y se deslizan por los orificios, pero solo hasta el manguito del puño.
  • La enfermera circulante puede auxiliar al tirar del interior de la bata y hacer que los puños de la bata queden sobre las manos. (Los puños son restirados a las manos, pero no sobre ellas. Cuando se utiliza la técnica de colocación cerrada de guantes.
  • A fin de asegurar la bata, se anudan las cintas de la porción posterior; si hay alguna cinta en la cintura, la enfermera circulante busca sus puntas sin tocar la bata, las lleva hacia atrás y las anuda.







MARCO TEÓRICO
El lavado de manos es un tema ciertamente importante, incluso una editorial del British
Medical Journal señaló recientemente lo infrecuente y esporádico que es el lavado de
manos entre los profesionales. Aunque los médicos estiman que se lavan las manos
antes de inspeccionar a un paciente en un 73% de las ocasiones, la frecuencia
observada es de sólo el 9%.
Además existe una revisión sistemática sobre el lavado de manos que demuestra cómo
el cumplimiento de esta medida puede reducir en más de un 50% las tasas de
infección.
La duración de este tipo de lavado de manos es de menos de 5 minutos.
Lavado y desinfección de las manos
Es una de las prácticas de antisepsia más importantes, ya que las manos son el
principal vehículo de contaminación exógena de la infección intrahospitalaria.
Las bacterias presentes en la piel se encuentran principalmente en la capa córnea,
pero también pueden estar presentes en otros estratos e incluso en los conductos y
glándulas sudoríparas. Estas bacterias que viven en profundidad y que sólo comienzan
a ser eliminadas después de 15 minutos de enérgico cepillado, determinan que sea
imposible esterilizar la piel sin destruirla.
Se consideran dos tipos de lavado de manos:
• clínico • quirúrgico.
El lavado de manos clínico se realiza con agua y jabón neutro durante un tiempo que
varía según los autores desde 20 segundos hasta los dos minutos y a continuación
enjuague. El secado se debe realizar con toalla de papel
Este lavado se realizará todas las veces que sea necesario, en general siempre antes
y después de entrar en contacto con cada paciente, y especialmente siempre que se
den las siguientes circunstancias:
• Al ingresar al servicio
• Antes y después de atender a pacientes
• A la salida de la habitación.
• Después de ir al W.C.
• Después de limpiarse la nariz.
• Antes y después de comer.
• Antes y después de manipular y realizar cualquier procedimiento al paciente.
• Siempre que se utilicen guantes.
• Se debe utilizar jabón líquido en envase no reutilizable, ya que el jabón en pastillas
frecuentemente se contamina.
Observaciones: Es importante retirar todas las joyas, mantener las uñas cortas y sin
esmalte.Guía: Lavado clínico de manos
Lavado quirúrgico de manos
Autores:
E.U. Patricia Benguria D. - E.U. Eliana Escudero Z.
DuocUC
Técnica del lavado de manos clínico
1. Retire o súbase el reloj
sobre la muñeca, retire
anillos. Si tiene mangas
largas súbalas hasta el
codo.
2. Colóquese frente al
lavamanos sin tocarlo con
el cuerpo.
3. Abra la llave del agua, deje
correr el agua hasta el final
del procedimiento.
4. Moje bien las manos y
muñecas.
5. Aplique jabón antiséptico
en las manos.
6. Junte las manos, frótelas
haciendo movimientos de
rotación.
7. Entrelace las manos y frote
los espacios interdigitales,
haciendo movimientos
hacia arriba y hacia abajo.
8. Friccione las yemas de los
dedos, de una mano con la
otra para lavar las uñas.
9. Frótese las muñecas.
10.Enjuague bien las manos
bajo el chorro de agua
teniendo presente tenerlas
en declive (más bajas que
los codos) con el fin de que
el agua escurra hacia la
punta de los dedos. No
toque ni llave ni
lavamanos, si esto
sucediera debería volver a
lavarse las manos. Guía: Lavado clínico de manos
Lavado quirúrgico de manos
Autores:
E.U. Patricia Benguria D. - E.U. Eliana Escudero Z.
DuocUC
11.Séquese bien con toalla de
papel desechable desde la
punta de los dedos hacia la
muñeca, sin volver atrás.
12.Cierre la llave de agua con
la toalla de papel
desechable.
13.Elimine la toalla en el
receptáculo, con tapa y
pedal.
El lavado de manos quirúrgico está indicado en la realización de técnicas
quirúrgicas o instrumentales específicas. Se utilizan antisépticos, siendo los más
utilizados la clorhexidrina, y en algunos centros aun se usa la povidona
yodada.
Se lavará hasta los codos manteniendo las manos siempre en alto para que el
agua siempre fluya hacia abajo (de las manos a los codos).
El secado será con compresas estériles y haciendo movimientos circulares
empezando por las manos y acabando por los codos.
INDICACIONES
• Antes de intervenciones quirúrgicas
• Antes de colocar un catéter venoso central
• Antes de cualquiera técnica o procedimiento invasivo en todo tipo de pacientes
• Antes de cualquier maniobra en pacientes inmunodeprimidos
• En prematuros y quemados
• Y en cualquier otra circunstancia que requiera un técnica estéril. Guía: Lavado clínico de manos
Lavado quirúrgico de manos
Autores:
E.U. Patricia Benguria D. - E.U. Eliana Escudero Z.
DuocUC
PROCEDIMIENTO LAVADO QUIRÚRGICO DE MANOS
En el lavado quirúrgico de manos se utiliza el procedimiento antes
mencionado (lavado clínico), pero con algunas variaciones:
Primero se realizará un lavado de manos
pero con jabón antiséptico, durante unos 2
minutos hasta los codos, y se enjuagará
con abundante agua (recordar que las
manos deben estar más altas que los
codos). Guía: Lavado clínico de manos
Lavado quirúrgico de manos
Autores:
E.U. Patricia Benguria D. - E.U. Eliana Escudero Z.
DuocUC
o Se jabonan otra vez las manos, y se
hace un lavado de manos de por lo menos
unos 2 minutos, y se vuelve enjuagar con
abundante agua. Una vez enjuagadas,
cerrar la llave con el codo o dispositivo
adecuado del mismo modo que se había
abierto (siempre sin tocar superficies no
estériles).
Secado de manos con una compresa o
gasa estéril por tocación, sin frotar, y
empezando por las manos. Se debe utilizar
una compresa diferente para cada mano,
o por lo menos utilizar para cada mano y
brazo una cara distinta de la toalla.
Secado de manos utilizando misma compresa estéril.
Observe el cambio de lado de la misma en cada brazo.
JABÓN INDICADO
1. PABELLÓN:
• Clorhexidina 2 %
• Povidona Yodada 8 - 10 %
2. ÁREAS CRÍTICAS:
• Clorhexidina 2 %
• Povidona Yodada 8 - 10 %